Vivimos tiempos de crecimiento con el aporte de mujeres en la construcción de ciudades más equitativas; profesionales que se han insertado de manera adecuada en el entorno económico, político, social.
La Cámara de la Construcción de Cuenca celebró el Día Internacional de la Mujer con un diálogo sobre el rol de las profesionales de la construcción en la sociedad y la necesidad de crear política pública que genere mayor oportunidad para hombres y mujeres, en la capacidad de decidir sobre sus propias condiciones.
Las arquitectas Mónica Quezada y Ma. Augusta Hermida fueron las protagonistas de este espacio, en el marco del programa Construye Cuenca que se transmite la mañana del sábado, a través de Radio Visión y Facebook Live de la Cámara de la Construcción de Cuenca. Las dos profesionales coinciden en señalar que después de sobrevivir a varias décadas marcadas por estereotipos definidos en la sociedad, hoy asumen tiempos de visión y desarrollo, con el aporte de mujeres en la construcción de ciudades más equitativas; profesionales que se han insertado de manera adecuada en el entorno económico, político, social.
En el campo académico, la Arq. Hermida destacó que la educación ha permitido una mayor participación de la mujer. Hoy entre los 16.500 estudiantes que inician la carrera de Arquitectura en la Universidad de Cuenca, el 55% son mujeres, lo cual es un interesante indicador en el tema de oportunidades tanto para hombres como para mujeres; sin embargo, para la Rectora de la Universidad de Cuenca “no todas las estudiantes terminan la carrera debido a la prevalencia de estereotipos establecidos, ciertas limitaciones para cumplir con su rol de madres y la falta de política pública que conlleve a una sociedad más equitativa”.
Se su parte, Mónica Quezada destacó la importancia de que sean las mujeres quienes asuman el liderazgo para que ocurran cambios en la sociedad, sin violencia y con un mayor respeto, así como equidad.
Las panelistas coincidieron en que se requiere de política pública para eliminar barreras estructurales en una sociedad discriminatoria.
Desde la academia, se plantea una mayor incidencia con normativa mejorada en temas de equidad y violencia; la sensibilización entre hombres y mujeres para cambiar aquellas cosas que se consideran “normales”; y la transversalización que consiste en colocar contenidos de género, dentro de la malla curricular.
Honorato Carvallo, moderador en este diálogo, concluyó que la educación debe propender a una verdadera evolución en materia de equidad; en la capacidad de respetarnos e integrarnos y convivir de manera civilizada; se han dado algunos pasos y se mantiene la lucha para que esto sea permanente. (MLS)